1. HÁBITOS

«No les pregunto a los escritores por sus hábitos de trabajo. En realidad, me es indiferente. Joyce Carol Oates dice en alguna parte que cuando los escritores se preguntan unos a otros a qué hora empiezan a trabajar, cuándo terminan y cuánto tiempo dedican a comer, lo que en realidad están tratando de descubrir es: "¿Está él tan loco como yo?". No necesito una respuesta a esa pregunta.»


2. LECTURAS

«Leo continuamente cuando trabajo; en general, por la noche. Es una manera de mantener los circuitos abiertos. Es una manera de pensar en mi línea de trabajo mientras descanso un poco del trabajo que estoy haciendo. Ayuda en la medida en que alimenta la obsesión global.»


3. NOVELISTAS

«Como grupo, los novelistas son los lectores de novelas más interesantes que he conocido».


4. CRÍTICOS

«Una hora de conversación privada con el crítico de su elección sería incalculablemente más valiosa que las quinientas palabras de crítica mezclada con materia extraña que ahora se le concede».


5. CRÍTICA

«En cuanto al «tratamiento crítico especialmente injusto», por supuesto que me ha dañado, me ha encolerizado, ha herido mis sentimientos, ha puesto a prueba mi paciencia, etcétera, y al final he acabado enfurecido sobre todo conmigo mismo, por permitir que me dañara, me encolerizara, hiriese mis sentimientos y pusiera a prueba mi paciencia».


6. LECTOR

«En ocasiones pienso en un lector contrario a Roth. Pienso: «¡Cómo va a detestar esto!». Ese puede ser precisamente el aliento que me hace falta».


7. LIBROS

«Un escritor necesita volverse loco porque eso le ayuda a ver. Un escritor necesita sus venenos. El antídoto de sus venenos suele ser un libro».


8. PODER 

«Escribir novelas no es el camino hacia el poder. No creo que, en mi sociedad, las novelas produzcan cambios serios en nadie que no sea el puñado de personas que son escritores y cuyas propias novelas, como es natural, están seriamente afectadas por las obras de otros novelistas. No puedo ver que suceda nada de eso en el lector corriente, ni esperaría que lo hiciera».


9. PERFIL PÚBLICO

«El intercambio enigmático entre un libro silencioso y un lector silencioso me ha parecido siempre, desde la infancia, una transacción singular. Por lo que a mí respecta, es a eso a lo que ha de reducirse el lado público de la vocación del novelista».


10. SABIDURÍA

«Separada de la ficción, con frecuencia la sabiduría de un novelista no es más que cháchara».